Caminar (Henry David Thoreau)

Cuando recuerdo a veces que los artesanos y los comerciantes se quedan en sus establecimientos no solo la mañana entera, sino también toda la tarde, sin moverse, tantos de ellos con las piernas cruzadas, como si las piernas se hubieran hecho para sentarse y no para estar de pie o caminar, pienso que son dignos de admiración por no haberse suicidado hace mucho tiempo.

Caminar es una acción que forma parte de la vida cotidiana y que tiene su importancia en la ficción: desde películas, series, libros y videojuegos hasta canciones. Y ya era hora de leer un ensayo en donde se defendiera el noble arte de caminar. Como fan de esta actividad encontrarme con este libro fue como encontrar el Santo Grial y al terminarlo me dije «Henry, este es el comienzo de una gran amistad».

El espíritu caballeresco y heroico que en su día correspondió al jinete parece residir ahora, o quizá haber descendido sobre él, en el Caminante; no el Caballero, sino el Caminante Andante. Uno a modo de cuarto estado, independiente de la Iglesia, la Nobleza y el Pueblo.

Este ensayo es una celebración a poner un pie delante del otro y lanzarse, a descubrir lo que nos rodea, caminar como acto de resistencia y rebelión a la rutina, a lo socialmente impuesto. También anima a realizarlo de forma consciente y no estar con la mente en otra parte.

¿Qué pinto en los bosques si estoy pensando en otras cosas?

Otro punto importante en el que se detiene es en el temperamento, en las diferentes etapas de la vida y cómo se constituye el día a día con el paso del tiempo. Y pone especial énfasis en lo absurdo que le resulta el deseo de una sociedad homogénea en la que no se respeten los distintos temperamentos.
La crítica a la urbanización desmedida y la tala de árboles va de la mano con su rechazo a la privatización de espacios naturales convertidos en fincas de recreo con sus cercas y carteles de prohibición.

En la actualidad, casi todas las llamadas mejoras del hombre, como la construcción de casas y la tala de bosques y de todos los árboles de gran tamaño, no hacen, sino, deformar el paisaje y volverlo cada vez más doméstico y vulgar.

Disfrutar de algo en exclusiva implica por lo general excluirte de su auténtico disfrute.

Para finalizar, la impresión que me llevé de este autor es el de una persona ermitaña y reflexiva con un gran amor por la naturaleza y sin dudas habrá más reseñas de sus libros en este blog. Por cierto, esta frase debió darle un Óscar: «Vi que el Príncipe de las Tinieblas era el agrimensor».

En literatura, solo lo salvaje nos atrae. El aburrimiento no es, sino, otro nombre de la domesticación.

La ciudad de la bruma (Daniel Hernández Chambers)

En aquel túnel, en el subsuelo de Londres, un monstruo miraba a la cara a otro. Pero los diferenciaba que la monstruosidad de uno se limitaba a su apariencia externa, mientras que la del otro residía en sus entrañas.

William Ravenscroft es un joven heredero huérfano, hasta aquí todo normal, excepto porque no le tiene confianza a su mayordomo, es más le parece siniestro (Bruce Wayne desaprobaría esta actitud) Quién se encuentra de luto por la muerte de su nodriza, la única persona que se preocupó y estuvo a su lado en sus dieciséis años de vida; la cual antes de morir le pide que busque a Elizabeth, su hija. Por obvias razones, William no puede ser Batman (sin mayordomo no hay hombre murciélago) pero sí investigador. Así que se lanza a cumplir el último deseo de su querida señora Conelly. Durante sus peripecias hará amistades de lo más peculiares y descubrirá los oscuros secretos de su familia que cambiarán su vida para siempre (literal, no estoy intentando ser dramática)

Situada en Londres en 1888, la narración comienza con un prólogo en el que se resume el caso del asesino más famoso de dicha ciudad. Las dudas de por qué dejo de asesinar de un día para el otro y todas las teorías que nacieron en torno a él, entre las cuales hay una que afirma que fue Lewis Carroll (seguro que la creó un lector al que no le gustó «Alicia en el país de las maravillas») Terminando conque en las páginas siguientes se cuenta una historia ignorada por siglos que expone la verdad de lo sucedido.

Tras esto se nos introduce en la vida de un joven que comienza a salir de su cascarón y ver el mundo más allá de su mansión. Que se vuelve consciente de su posición social y descubre otras historias diferentes a la suya, pero con un punto en común: la soledad y la falta de apoyo familiar.
Yendo tras los pasos de Elizabeth, William conocerá en el East End, el barrio más pobre de Londres, a Gregory un joven poeta (que su historia se puede resumir en un Billy Elliot, pero con menos suerte) y a Joseph Merrick (si es que este libro tiene a mucha gente conocida) con los que hará amistad y lo ayudarán en su objetivo.

—Pobre, honrado y poeta, entonces. Lo de poeta y lo de pobre van unidos, me parece, o al menos suelen hacerlo, pero lo de honrado no necesariamente.

Como subtrama se cuentan los asesinatos que comienzan a perpetrarse y tienen en vilo a la sociedad londinense, lo interesante es que el autor no se recrea en la violencia de los mismos sino en el misterio de la identidad del asesino, sus motivos y forma de escabullirse sin ser visto. Además, utiliza muy bien el escenario: esas calles frías, húmedas y oscuras espolean la imaginación de cualquiera y dan pie a pensar que cualquier cosa puede suceder. Tanto afuera como dentro de la mansión Ravenscroft que también oculta varias cosas.

Una novela con varios giros interesantes, amena y entretenida desde el principio hasta el final, que sabe sacarle provecho a todos los elementos expuestos y utiliza una historia harto conocida para crear su propia versión. Ideal para quienes disfrutan del misterio y sienten antipatía por los mayordomos en la ficción.

Es increíble, con todo lo que ese hombre ha pasado sería comprensible que odiase a la gente; casi nadie se ha portado bien con él, excepto el doctor Treves, y, sin embargo, es el tipo más agradable y cariñoso que puedas imaginar. Es un ser extraordinario. Pero ya sabes que la gente tiene por costumbre hablar sin fundamento.

Mandrágora (Laura Gallego)

—Eres tan directa con las palabras como con las manos, ¿verdad?
—Está bien, lo diré a la manera de los nobles: mi señor, me siento muy honrada ante vuestra invitación, pero me temo que he de declinar, puesto que mi honor me impide bla, bla, bla.

En la corte del rey Héctor, el erudito Cornellius desaparece misteriosamente sin dejar rastro. Como su esposa, la reina Leonora, no puede tolerar que no tengan un erudito y ser menos que en las cortes vecinas, buscan un sustituto y aparece Zacarías con su hija Miriam quienes aceptaron la oferta para averiguar el porqué de la desaparición de Cornellius. A medida que investigan se verán envueltos en una conspiración que incluye un ejército de espectros, bosques mágicos, traiciones, torneos de justas y pasadizos secretos (mis favoritos)

Imagen de Pinterest.

En esta novela están presentes muchos tópicos de la fantasía, pero bien llevados gracias al humor que impera en la narración. Los diálogos dinámicos y la brevedad de la historia logran que el interés no decaiga en ningún momento. Los personajes principales se sienten reales, tienen personalidad. Los secundarios sirven a su función y no se sienten de cartón gracias a detalles puntuales.

Entre mis escenas favoritas están el duelo entre sabios en latín que parecía un partido de ping-pong (estaba casi al nivel del duelo a muerte con cuchillos). La relación de Miriam con su padre, su confianza en el otro y como llevan la investigación. Además de que fue un padre espabilado y le permitió estudiar y valerse por sí misma. Y el capítulo cuatro, «¿Cuál es mi lugar en el mundo?», me hizo pensar que si estuviera ambientada en la actualidad, Miriam acompañaría sus sentimientos de soledad con la canción Creep de Radiohead.

La crítica a los reyes está presente durante toda la narración y siendo sincera, yo también me habría esfumado sin dejar rastros como Cornellius de ese castillo, ¡esta gente es insoportable! Y a las pruebas me remito:

La reina suspiró, satisfecha. Todo lo que Cornelius había conseguido en sus largos años de estudio en la torre era una mediocre barba gris. Estaba casi segura que su nuevo erudito podría vencer a la reina Viviana en un concurso de longitud de barbas.

—¿Ayuda? ¿Estás siendo atacada, acaso? Porque, si es así, no dudéis que mis caballeros y yo acudiremos a apoyaros, como debe hacer todo buen rey cuando los territorios de sus vasallos se ven amenazados por sus enemigos. Sin embargo, el hambre y las epidemias no se pueden combatir con la espada y, por tanto, no son asunto mío.

En resumen, Mandrágora es una novela ligera y entretenida para leer en una tarde, ideal si se terminó una lectura extensa, sesuda o con mucha carga emocional. Si te gusta la fantasía, burlarte de la autoridad en todas sus formas y los duelos de retórica en latín, hic liber est specimen (según el traductor, este libro es el indicado)

Cristal embrujado (Diana Wynne Jones)

¿Cómo pude haberlo olvidado?, se preguntó Andrew. Había olvidado a Groil por completo (…) pero lo había olvidado porque, cuando se hizo mayor, supo que los adultos jamás se creerían historias sobre gigantes desnudos a medianoche.

Andrew Hope es un académico e historiador que al morir su abuelo, un mago muy conocido en la región, hereda la casa y su área de responsabilidad. El profesor, como empieza a ser conocido por los habitantes del pueblo, piensa que podrá dedicar su tiempo a escribir. Pero la vida le tiene preparada algunas sorpresas. Para empezar tiene que lidiar con los dos empleados que venían con la casa, el señor Stock, el jardinero, y la señora Stock, el ama de llaves. Cabe destacar que aunque compartan apellido, no los une ningún parentesco y se detestan el uno al otro, no pueden mantener una conversación normal sin empezar a discutir (gritos incluidos) Por si fuera poco, una mañana se presenta Aidan Cain, un joven al que persiguen unos extraños seres y para más inri alguien está invadiendo la propiedad de Andrew con alambre de espino: el detestable señor Brown. A su vez, termina contratando a dos personas más para que le ayuden:Shaun para los trabajos manuales y Stashe para organizar los papeles (sobrino y sobrina del señor y la señora Stock respectivamente). En estas circunstancias es casi imposible escribir un libro, ¿no?

Imagen de Pinterest.

Diana Wynne Jones presenta una novela cargada de humor enfocada en lo cotidiano (todo lo cotidiano que puede ser un área mágica) En donde temas como el duelo, la toma de decisiones y las responsabilidades se abordan con naturalidad y precisión. La narración en tercera persona es amena y en algunos momentos el narrador aprovecha para soltar frases como:

Y así fue como Andrew acabó contratando a dos tiranos.

De aquel modo, tanto Aidan como Andrew se perdieron el incidente que fue la gota que colmó el vaso para la señora Stock (…) Dejó una nota en la que su enfado parecía haber secuestrado su ortografía.

Pero sin lugar a dudas el tema central son las relaciones interpersonales, más allá de la magia y los diálogos ingeniosos, sus personajes terminaron cayéndome simpáticos a su peculiar manera, por supuesto. Cómo olvidar el brócoli con queso de la señora Stock y su manía por esconder los papeles importantes o las rabietas del señor Stock que incluían dejar en la mesa de la cocina verduras gigantes de su huerto a modo de venganza. O el método de adivinación de Stashe que usaba los resultados de las carreras de caballo como oráculo.
Para los fans de Sueño de una noche de verano, también les esperan guiños y referencias en personajes modernizados. Por ejemplo, el Oberón de esta historia se esconde de sus ex parejas. Y se introducen los homólogos a la ecuación.

En definitiva, Cristal embrujado es una novela entretenida, con personajes entrañables y un final sobre los orígenes de un personaje que no me lo esperaba para nada. Punto para Wynne Jones por esa revelación escandalosa propia de telenovela.

Las cosas siempre se aprenden de repente, la mayor parte de las veces porque viene gente y te las cuenta.

Cuestionario de Proust

Encontré este cuestionario leyendo el estupendo blog de Noctua Nival, donde pueden ver correr la sangre cuando se lanza a hacer sus críticas mordaces y muy creativas sobre los libros que lee. La puntuación con mochuelos se convirtió en la pesadilla de muchos autores, muajaja. Pero para variar decidió hacer algo distinto y me ha gustado tanto que decidí copiarle, de hecho en algunas respuestas hasta coincidimos y todo. Lo que son las cosas, a ver si yo también me pongo a puntuar libros pero utilizando gatos.

Link a las respuestas de Noctua: Cuestionario de Proust

Principal rasgo de mi carácter

La curiosidad.

Cualidades que aprecias en una persona

Optimismo, tranquilidad, capacidad de reírse de sí misma.

¿Qué esperas de tus amigos?

Sinceridad y confianza.

Principal defecto

Sobrepensar.

Ocupación favorita

Leer, escribir, escuchar música, ver películas, idear planes para conquistar el mundo.

Ideal de felicidad

¿Cuál sería tu mayor desgracia?

Perder la capacidad de asombro, vivir en piloto automático.

¿Qué te gustaría ser?

Herborista, farera, documentalista, guitarrista en una banda visual kei, bibliotecaria, agente paranormal.

¿En qué país desearías vivir?

En países de los que apenas sé nada como Islandia o Kazajistán. Y si vamos al terreno de la ficción en Lancre (Mundodisco) por supuesto.

Color favorito

Azul.

Flor favorita

Girasol y lavanda.

Pájaro favorito

Desde el año pasado en otoño y hasta la primavera viene un gorrión a dormir bajo el alero de mi casa, este año se sumó uno nuevo. El churrinche, al que llamo cariñosamente «pajarito rojo» y espero todas las primaveras. El hornero que construye nidos de barro y canta cuando llueve porque tendrá material para seguir con su urbanización.

Autores favoritos de prosa

Natsume Sōseki, Liliana Bodoc, Angélica Gorodischer, Ryūnosuke Akutagawa, Edgar Allan Poe, Ursula K. Le Guin, Diana Wynne Jones. Por mencionar algunos, es mucho más amplia.

Poetas favoritos

Mary Oliver, Alejandra Pizarnik, Patti Smith, Arthur Rimbaud.

Héroe de ficción favorito

Porco Rosso.

Heroína de ficción favorita

Xena y San (la princesa Mononoke).

Músico favorito

Atsushi Sakurai y Jeff Buckley.

Pintor favorito

Antonio Berni, Max Ernst, Jackson Pollock, Leonora Carrington.

Héroe de la vida real

Nelson Mandela.

Nombre favorito

Hilda.

Hábito ajeno que no soportas

El pesimismo y la competitividad.

Lo que más detestas

La hipocresía, la arrogancia y el autoritarismo.

Figura histórica que te ponga mal cuerpo

Julio Argentino Roca, G. W. Bush.

Un hecho de armas que admires

Ninguno.

¿Qué virtud desearías poseer?

La capacidad de mostrarme imperturbable ante cualquier acontecimiento, al igual que Saitama.

¿Cómo te gustaría morir?

Durmiendo.

Tu estado de ánimo más común

Melancólico.

Defecto que te inspira indulgencia

La gente despistada, un video vale por mil palabras para ilustrar lo que quiero decir: https://www.youtube.com/watch?v=xnoummdS3DA

¿Tienes una máxima?

«La vida no es una publicidad de Coca-Cola».

Y hasta aquí el cuestionario, si a alguien le pareció interesante y lo quiere hacer es libre de llevarlo a su casa virtual. Nos leemos la próxima cambio y fuera.

Record of Youth

  • Género: drama, juvenil, romance
  • Episodios: 16
  • País: Corea del Sur
  • Año: 2020

Como es tradición, cada año se presenta un dorama con el cual me entretengo y reflexiono junto a sus personajes sobre la vida y después le dedico entrada en mi casa virtual.

Sa Hye Joon es un modelo que ansía convertirse en actor, se siente presionado porque es rechazado en cada audición y su familia quiere que haga el servicio militar y busque un empleo estable. El único que lo comprende y le da ánimos es su abuelo, que mantiene una relación tensa con su hijo porque en el pasado fue estafado, haciendo que el padre de Sa Hye Joon tuviera que comenzar a trabajar desde muy joven. De hecho, de toda la familia es el que tiene más conflictos con la profesión elegida por su hijo.

La vida no es siempre como uno quiere, pero esto es lo que él desea hacer y no voy a ser yo quien se lo impida y no dejaré que tú lo hagas

Además de su familia, el protagonista cuenta con dos buenos amigos, uno de ellos perteneciente a una familia acomodada en la que la madre de Hye Joon es empleada doméstica. Por otra parte, también está An Jung Ha que es su fan desde la época de modelaje y trabaja como maquillista, su sueño es tener su propio salón.

La plata es como ir al baño, no es fácil hablar de ello, pero si hay problemas te mueres. (An Jung Ha)

La serie explora las relaciones familiares, algo muy importante a lo largo de la trama; la amistad, los sueños, las decisiones que influyen en tu vida y la gente de tu entorno, la inseguridad, la independencia, entre otras.

Aunque son los más impopulares, el padre y el hermano son mis personajes favoritos. El abuelo es un sol y pensar que el actor tiene una larga trayectoria, haciendo papeles de mafioso.

Además, ofrece una visión imparcial del mundo del espectáculo: sin endulzarlo, pero tampoco mostrándolo como un lugar terrible. Por ejemplo, el manager de Hye Joon es un sujeto manipulador y tramposo: no le paga e intenta sabotear su carrera mediante estratagemas realistas y creíbles. No es un villano caricaturesco. De hecho, no hay villanos, solo personas que actúan como lo hacen porque creen que es lo correcto o para proteger sus intereses. Bueno, en realidad sí hay un personaje histriónico y caprichoso, pero se lo disculpo debido a que es una mujer que se siente sola (aunque da la talla para ser la insoportable de la serie, hablo de la madre del amigo adinerado de Hye Joon)

Las celebridades son bienes a disposición del público.

Me gusta como plantean a la familia porque hablan de sus problemas, tienen una buena comunicación. De hecho, tienen un chat grupal en el que organizan reuniones para discutir temas importantes. Y a pesar de que muchas veces no se ponen de acuerdo, se nota el cariño y la preocupación por cada uno de los miembros, eso sí, cada cual lo expresa a su manera. Por otra parte, el romance está bien planteado. Porque ¡spoilers! Sa Hye Joon y An Jung Ha terminan saliendo (¡Oh, jamás lo habría imaginado!) pero su relación inicia como una amistad y no es tóxica ni cursi (bueno, tiene una escena en la que bailan bajo la lluvia, pero está bien hecha. Se volvió icónica entre los fans) Además, Jun Ha es una chica con carácter e iniciativa. Es un personaje femenino bien construido (son pocos así que hay que apreciar a los buenos y guardarlos como tesoros)

Si la actriz les resulta conocida es porque vieron Parasite, si no les suena es porque, al igual que yo, todavía no vieron la película: vergüenza sobre nuestras vacas.

Destaco además la relación de Hye Joon con su manager, una mujer algo ingenua, pero de buen corazón que aprende a base de tropiezos como moverse en la industria; y las escenas en la biblioteca. Solo por esa maravillosa biblioteca es menester ver la serie.

Tan bonita y radiante, en la serie hay planos desde todos los ángulos. En realidad la estrella es ella, el resto es una excusa para disimular.

Para quien esté interesado en verla se encuentra en la plataforma de la N roja, ah dato para Latinoamérica: la voz de Hye Joon es la de Inuyasha. No cambia nada (o quizá lo cambia todo), pero lo quería decir. Curiosidades de interés para los otakus.

La vida es como un documental, no un melodrama.

Amarilla (Rebecca F. Kuang)

Para crear el mito a tiempo real, el personaje construido debe ser considerado lo más comercializable posible por su equipo editorial, además de contar con una sana dosis de explotación neoliberal.

Nuestra protagonista es una antiheroína que no tiene ningún escrúpulo en robarse la novela de su «amiga» luego de que muere a causa de unas tortitas (ahh, la muerte por ahogamiento hacía mucho que no me la encontraba). En fin, así las cosas y con Athena Liu fuera de combate; June no duda en adjudicarse el nuevo manuscrito con el que se vuelve exitosa, popular y rica de la noche a la mañana. Lo que se convierte en su salvación y perdición al mismo tiempo. Porque de ahí en más estará atada al fantasma de Athena para siempre. No solo porque no pueda despegarse de un género literario específico, sino porque se obsesiona conque descubran lo que hizo.

Para empezar la narración es amena y con referencias a la actualidad: acontecimientos históricos, redes sociales, plataformas de publicación, editoriales. El tema de la representación cultural y las tensiones derivadas de que un autor blanco escriba sobre minorías, las giras de promoción, etc. Disfruté viendo ese submundo y todos sus vericuetos.

A su vez se hace hincapié en la frontera entre la vida real y la digital y los problemas del siglo XXI: el famoso FOMO, la adicción a los «me gusta», la necesidad de publicar constantemente, la construcción de la imagen pública, el tema de la cancelación, la necesidad de posicionarse tanto en lo político como en causas sociales y un largo etc.

Por otra parte, June me cae mucho mejor cuando no trata de justificarse y admite sin vueltas que no se arrepiente de lo que hizo, prefiero eso a las mil excusas que pone al inicio. Su inseguridad y falta de autoestima se nota desde la primera página. El componente psicológico sobrenatural está muy bien empleado, haciendo que la lectura cobre fuerza nuevamente antes de desinflarse o volverse repetitiva.

En síntesis, Amarilla es una sátira sobre el oficio de escritor y las editoriales que muestra la hipocresía y la falsedad que se pueden encontrar al conseguir la fama. Porque como dijo la profesora Lydia Grant: «Tienen muchos sueños, buscan la fama, pero la fama cuesta».

Rostros en el agua (Janet Frame)

Cada mañana despertaba aterrorizada, esperando a que la enfermera del turno de día pasara en su ronda con la lista de nombres en la mano y anunciara si me tocaba o no la terapia por electroshock, el nuevo y moderno método para calmar a la gente y hacer que entendiera que las órdenes están para obedecerse y que los suelos deben pulirse sin protestar y que las caras se han hecho para lucir sonrisas congeladas y que llorar es un crimen. Esperar en las horas de madrugada, con su manto de negrura y escarcha, era como esperar una sentencia de muerte.

Convertir lo banal, la mediocridad, las situaciones más denigrantes y desalentadoras en algo poético no es tarea fácil. Pero Janet Frame lo hace con maestría. Durante la lectura de la novela, su delicadeza y sensibilidad se verá presente en cada párrafo. Así como una profunda tristeza y soledad.

Y es que esta obra tiene muchos componentes autobiográficos. La autora, al igual que la protagonista, fue ingresada a una institución mental donde permaneció muchos años recibiendo terapias de electroshock y refugiándose en la lectura para sobrevivir. De hecho, Janet Frame se salvó de que le practicasen la lobotomía gracias a que sus escritos fueron publicados. Y este no es un dato menor o para provocar morbo, sino algo crucial para abordar esta lectura. Que aunque trata un tema complejo, nunca se va por lo grotesco o el sentimentalismo barato, no fuerza las emociones del lector ni pretende dar pena o indignación. Se limita a narrar lo que ocurre como si se lo contase a un amigo o estuviéramos leyendo un diario personal.

La denuncia está implícita durante toda la novela de manera sarcástica y mordaz, porque el humor que no falte. El acercamiento hacia las pacientes de las distintas instituciones y sus vivencias están narradas desde un lugar de empatía y solidaridad, dando una perspectiva más auténtica, puesto que el enfoque no es ni médico ni tampoco de extrañeza o distancia.

En definitiva, «Rostros en el agua» es una novela que me fue atrapando poco a poco y dejó su huella. Por la complejidad del tema, escribir de más no tendría sentido, como dijo en su momento el señor Knightley «Podría decir más si te quisiera menos» y lo mismo aplica para esta novela.

Cumpleblog: séptimo aniversario de SV

Saltos en el Viento se pone sus mejores galas y ensaya unos pasos de baile porque está de parabienes, ¡cumple siete tiernos añitos! Y para celebrar la ocasión por todo lo alto, ¡hemos decidido hacer un sorteo! Que consiste en… Disculpen, me están haciendo señas los de producción. Ya vuelvo.

¿Cómo? ¿Qué el vicepresidente se fue de vacaciones y usó los premios del sorteo como pago? ¿En qué momento la administración pensaba decírmelo? ¿Y ahora qué hacemos? ¿Cómo que seguro se me ocurre algo? Está bien, está bien, no insistan con sus halagos superfluos, lo haré. Total, la que tiene que dar la cara soy yo. Espero que el vicepresidente esté pasando unas hermosas vacaciones, porque a la vuelta será su funeral.

EJEM, perdón la espera. Bueno, como venía diciendo SV cumple años y para celebrar…Ehh ¡Que mejor que un relato!

MINIATURAS

El hacha se hundió en el caballito, la gente alrededor de la calesita celebró. Era un atardecer húmedo y la niebla no tardaría en hacer su aparición. La señora Plum cruzó la plaza mirando de reojo la escena, metió las manos en los bolsillos y respiró hondo. Inhalaba frío y exhalaba frío. La primavera los había abandonado hacía cuatro años, cuando el comité implementó la purga.

Mientras pensaba en cómo las cosas se habían torcido tanto, llegó hasta el callejón de un barrio de esos que las personas de bien esquivan. Pero bueno, incluso las señoras respetables tienen sus secretos. Y la señora Plum compartía uno con cuatro personas más. Al llegar a la mitad del callejón tocó tres veces la puerta de madera cubierta de graffitis con inscripciones poco decorosas. La recibió Hernández que no bien verla le dijo:

—¿Trajo el…?

—Shh, sea discreto señor Hernández.

—Sí, perdón. Me puede la ansiedad, mi psicólogo siempre me lo dice. 

—¿Me permite pasar? Hace frío…—dijo la señora Plum con su mejor sonrisa.

—¡Ah, sí! Qué distraído soy, otro asunto que trato en terapia. ¿Sabe que una vez me perdí en mi propio barrio? 

 La señora Plum decidió que ya había sido lo bastante educada y entró al salón. Si bien hacía un año que era miembro del club, no dejaba de asombrarse cada vez que asistía a las reuniones. En estanterías había exhibidos juguetes pequeños de todo tipo y color: legos, rompecabezas, personajes de dibujos animados que venían en los chocolates. Era un museo dedicado a ellos. Y esos juguetes eran los que daban el nombre al club: «Miniaturas». En el centro, sentados cómodamente en los sillones, estaban: el señor Franz, profesor de historia; la señora Agatha, secretaria, que llevaba a su gato Bowie a cada reunión; la señorita Judith, maestra y la más joven del grupo; y el señor Hernández, oficinista y fundador del club.

En el ambiente se respiraba cierta expectación y no era para menos. La señora Plum, la tímida ama de casa, había conseguido una pieza extraordinaria que el club había estado rastreando por mucho tiempo: un juguete de los que aumentan de tamaño bajo el agua. Y ahí estaban contemplando una pequeña langosta. Por desgracia nadie hizo el chiste con la canción, una pena. En su lugar hubo exclamaciones de sorpresa, muchos: “Ohh” y “Ahh”. El más entusiasmado era, cómo no, el señor Hernández, que se puso a dar saltitos y aplaudir, al tiempo que decía cosas como: “¡Extraordinario!”, y “¡Magnífico! 

—Creía que no se había salvado ninguno de estos durante la purga— comentó la señora Agatha.

—Si mis alumnos lo vieran se pondrían muy contentos— comentó la señorita Judith.

—No lo creo, seguro la denunciarían al comité. Los niños fueron los primeros en pasar por el programa de condicionamiento y con muy buenos resultados— comentó con amargura el señor Franz.

—Es increíble a lo que hemos llegado, una locura total—dijo el señor Hernández.

 La señora Plum sonrió de manera discreta, porque le habían enseñado que sonreír de oreja a oreja no era de buena educación. Dejó que todos vieran la langosta, la tocaran y la sostuvieran como si fuera un trofeo. Y cuando el señor Hernández sugirió meterla en agua dijo que sí muy mayestática. 

 No era para menos, se sentía una reina. Para hacer honor a la verdad, todos se sentían importantes allí. Creían que tenían libertad total y, aunque volaban con alas falsas, se aferraban a esa idea porque la otra opción era rendirse ante la impotencia, o morir de tristeza. Eso había pasado con muchos coleccionistas una vez que se aprobó la medida del comité: «Para crear una nación ordenada y armoniosa es necesario eliminar cualquier distracción y actividad que atente contra la moral y las buenas costumbres. Se sabe que un exceso de tiempo libre es perjudicial para los ciudadanos, es por eso que a partir de ahora cualquier tipo de juego o juguete queda totalmente prohibido». 

Luego se presentó a la Policía Antijuego y así estaban ahora, intercambiando objetos en la clandestinidad del barrio de los pescadores. A veces el olor a pescado era insoportable, pero la señora Plum sabía que había que hacer algunos sacrificios por la libertad. 

A las siete, como era costumbre, se sentaron a tomar el té y fue en ese momento donde la tragedia comenzó. La conversación versaba sobre la historia del juguete, su importancia y simbolismo para el desarrollo en la infancia. Cuando de repente Judith se levantó de golpe y dijo:

—Y con esto doy por terminada la misión.

Nadie entendió de qué misión estaba hablando y se la quedaron mirando. Entonces ella sonrió de oreja a oreja, se ve que no había tenido padres que le señalaran que eso no era apropiado, e hizo algo peor. Se rió como en las telenovelas MUAJAJAJA. Para este punto los presentes ya estaban algo nerviosos. La señora Agatha se persignó y buscó a Bowie para ponerlo a salvo. El señor Hernández se la quedó mirando con la boca abierta. El señor Franz frunció el ceño y la señora Plum suspiró. Entonces Judith, satisfecha con el efecto que había logrado, dijo:

—Llevo meses grabando sus conversaciones y tomando fotos de todos estos juguetes. Hoy es el día que voy a denunciarlos frente a la Policía Antijuego. Se acabaron estas aburridas charlas y fingir que me interesan sus juguetes tontos, par de fracasados inútiles. Grandulones ridículos.

El señor Franz ignorando los insultos hizo la pregunta que pensaban todos:

—¿Por qué?

—Por el dinero, por supuesto, ofrecen una cantidad enorme si se presentan pruebas de que existen organizaciones clandestinas como la de ustedes.

—Ya veo—dijo el señor Hernández— así que nos deja. Lamento que el club no cumpliera con sus expectativas.

—Nos va a entregar a la policía—dijo la señora Agatha— ¡Le dije que fuera más cuidadoso con las personas a las que dejaba entrar!

—¿Cómo iba a sospechar?—se defendió el señor Hernández— ¡Trajo un rompecabezas de naves espaciales! Sabe que venía rastreando uno de esos y alguien que lo tuviera y decidiera donarlo al club debía ser una persona digna de confianza.

—Bueno, le falló el pronóstico—dijo la señora Agatha.

Mientras la discusión seguía, la señorita Judith decidió tomar un poco de té. Antes de interrumpirlos, la risa malévola le había secado la garganta. Esa fue la última acción que hizo en vida. Comenzó a toser y toser sin control, se llevó las manos a la garganta y se desplomó en el piso.

—¿Esto también es parte del plan?—dijo Franz mientras con el pie movía el brazo de la señorita Judith.

—Creo que murió ahogada—dijo la señora Plum.

—¿Señora Agatha, usted sabía que la señorita Judith era una traidora y puso veneno en su té?— preguntó el señor Hernández.

—¡Por supuesto que no! ¿Cómo iba a saber que era una espía?… Si alguien la mató fue usted.

—¿Yo?—dijo Hernández.

—Usted metió la langosta en la taza de té, le iba a decir a la señorita Judith que tuviera cuidado, pero empezó a reírse como loca y soltar todos esos comentarios que se me olvidó—dijo la señora Agatha.

—Bueno, un error lo tiene cualquiera, queda perdonada—dijo el señor Hernández.

—Como sea, yo no pienso ir a la cárcel por una que no sabía combinar los zapatos con la ropa. Es obvio que el verde claro y el fucsia no pueden ir juntos. Un horror.

—Es verdad, tiene usted razón. Además de pésimo gusto al vestir muy espabilada no era… Mire que tomarse el té donde estaba la langosta—dijo Hernández.

Mientras tanto, la señora Plum y el señor Franz habían incorporado a la pobre desgraciada y le habían puesto un abrigo, ya se estaban dirigiendo a la puerta cuando el señor Hernández dijo:

—Un momento, ¿qué piensan hacer?

—Deshacernos del cuerpo, ¿qué no es obvio?—dijo el señor Franz— Ya se dejó en claro que nadie va a ir preso por esta chiflada que se reía como en las telenovelas, y no querrá que se sepa de la existencia del club ¿verdad?

—Tiene usted razón—dijo Hernández— ¿A dónde la van a llevar?

—Al muelle—dijo la señora Plum— Señor Hernández, ¿por qué no descansa mientras nos ocupamos de esto? Debe de estar muy nervioso después de todo lo que pasó. La señora Agatha le hará compañía.

Todos se quedaron boquiabiertos por las palabras de la señora Plum, que se había tomado las cosas con mucha sangre fría. La verdad era que estaba entusiasmada. Por fin podía jugar a ser la protagonista de un thriller. Y además nunca le había caído muy bien la señorita Judith, así que no tenía remordimientos de conciencia. Esa era otra enseñanza de sus padres: si la persona era un incordio o alguien maliciosa, se merecía todo lo malo que le pasase. 

—Tiene usted razón—dijo Hernández— Me caería bien otra taza de té, ¿me acompaña señora Agatha?

—Yo la preparo, no se moleste—dijo enseguida la señora Agatha. 

El señor Franz y la señora Plum llevaron a Judith, su cadáver al menos, hasta el muelle. La niebla y la hora que era los ayudó a pasar desapercibidos. Tiraron el cuerpo al agua y la señora Plum sacó de su bolsillo una petaca que puso en el muelle.

—Era de mi difunto esposo, la guardaba como recuerdo—dijo ante la mirada interrogante del señor Franz.

—Ya veo, como un souvenir. Yo tengo las figuras de cerámica de mi madre en mi escritorio. En la próxima reunión las voy a traer.

—Eso sería maravilloso—dijo la señora Plum.

Sonrieron de forma sutil, como las personas educadas que eran y se fueron hacia el club. Era la hora de armar rompecabezas.

Shingeki no Kyojin: el hombre es el lobo del hombre

Armin, tenías razón. Soy un esclavo de la libertad.

Cielo azul, una bandada de gansos volando. Una ciudad dentro de unas murallas. Un niño bosteza aburrido. De repente, un titán irrumpe de la nada y destruye parte de la muralla, el resto de los titanes que acechaban en el exterior entran enloquecidos a la ciudad y devoran a todos los habitantes a su paso. Caos, sangre, desesperación. En menos de cinco minutos el infierno se ha desplegado frente a mis ojos.

Así fue mi primer contacto con la serie y a lo largo de sus capítulos siguió haciendo uso del factor sorpresa de forma inteligente y eficaz. Como por ejemplo, cuando hizo lo impensable: matar a su protagonista a mitad de la primera temporada. Y esa fue una maravillosa jugada, aunque al capítulo siguiente se revela que no murió y además descubre que tiene la capacidad de convertirse en titán también, siendo usado como arma dentro del ejército al que sirve y en el que se inscribió para vengarse de lo sucedido en su ciudad. ¿Su nombre? Eren Jaeger.

No importa que tan terrible imagines el fin del mundo, viene un japonés y lo hace más truculento aún

Eren Jaeger vive en la isla Paradis y sus días transcurren de forma pacífica junto a sus amigos Armin Arlert y Mikasa Ackerman (hija adoptiva de la familia Jaeger) Los tres jóvenes son inquietos y curiosos, siendo el más soñador Armin que anhela explorar el mundo exterior y cumplir su sueño de conocer el mar. Lo que les impide salir son los titanes. Unos seres que acechan la isla y devoran humanos. La única forma de evitarlos es vivir dentro de las ciudades amuralladas, bajo la protección un gobierno imperial y fuertemente militarizado. Una de las facciones militares, el Cuerpo de Exploración, se encarga de salir al exterior para luchar contra los titanes y obtener información útil sobre su procedencia, la forma de derrotarlos para siempre y recuperar territorio para construir nuevos asentamientos. Y aunque en la teoría suene bien, en la práctica sufren numerosas bajas. Entrar al Cuerpo de Exploración es firmar tu sentencia de muerte porque no sabes si volverás de la próxima misión. ¿Quién estaría dispuesto a tomar semejante riesgo solo para explorar el exterior? Exactamente, nuestros tres amigos. Luego del ataque del Titán Colosal, Eren jura venganza. Hará lo que sea con tal de destruir a esos monstruos que le arrebataron a su familia y su hogar. Por supuesto que Armin y Mikasa deciden acompañarlo, uno posee la inteligencia y la otra la fuerza. Y ya tenemos nuestro trío protagonista dispuesto a embarcarse en emocionantes aventuras ¿Verdad?

No todo lo que reluce es un shonen

Al inicio el planteo es el típico shonen de acción con la novedad de tener más sangre y gore que los clásicos. Tiene todos los ingredientes: un trío de amigos huérfanos, un protagonista impulsivo, un mundo sumido en el caos y la violencia esperando ser salvado por un «elegido», una serie de obstáculos a vencer, una historia que va mostrando el progreso de los personajes y como mejoran sus habilidades, unos antagonistas temibles y prácticamente indestructibles. ¿Ya mencioné la sangre? Pero no se dejen engañar, eso es solo la punta del iceberg. A medida que la serie avanza va desplegando una trama cada vez más compleja y los espectadores la irán descubriendo a la par que los protagonistas: la verdad es mucho más cruel y complicada de lo que parece a simple vista. Los titanes no salen de la nada y su naturaleza está estrechamente ligada a los habitantes de Paradis y los secretos que por siglos la familia real Reiss les ha ocultado a sus súbditos.

Y no es solo que la historia sea mucho más adulta y seria que lo se perfilaba al inicio, sino que el protagonista tampoco permanece inalterable. Eren va cambiando, tiene una evolución y arco de personaje muy interesante. Comienza como un protagonista típico, cándido y bonachón (a decir verdad, bastante insoportable) para convertirse en alguien esquivo, cínico y amargado, capaz de hacer cualquier cosa con tal de lograr su objetivo: proteger a los habitantes de la isla y por sobre todo, a sus seres queridos.

Los cimientos de una nación

Como toda historia que se precie, Shingeki no Kyojin posee su propia mitología con su diosa Ymir. Hay un gran misterio en torno a ella. Para algunos hizo un pacto con el demonio y así dio origen a los titanes. Para otros encarna la esperanza y la libertad de los eldianos. Sea como sea, esta figura será usada para conveniencia de unos y otros a lo largo del relato: como arma de dominación, sometimiento y vergüenza, por un lado, y como símbolo nacional y preservación del status quo en donde se entreteje la historia de los eldianos y la gente de Ymir; dando lugar a la verdad a medida que la narración avanza.

Ese es otro punto interesante a destacar: al principio seguimos la historia de Eren y vemos las cosas desde su perspectiva, con el transcurso de los capítulos esto cambia. A medida que el protagonista se nos hace cada vez más renuente y escurridizo, vamos conociendo las historias de gente cercana, como así también la de los considerados «enemigos». Dicho lo cual no es un anime en el que se pueda tomar partido, más bien invita a reflexionar y tener en cuenta todos los puntos de vista. No hay blanco y negro, sino un enrevesado gris, porque todos tienen sus motivos para actuar de la manera en que lo hacen. Nadie tiene razón ni es el poseedor de la verdad. Aquí se dan cita: la discriminación, los prejuicios, la violencia, la deshumanización, el odio y rechazo a lo diferente, la cobardía, la venganza, el revanchismo, la obsesión con el poder, los fanatismos devenidos en totalitarismos, la amistad, la lealtad, el amor (familiar, entre amigos y romántico), la búsqueda de la identidad, el propósito existencial. Y la lista sigue.

Conclusión

Shingeki No Kyojin no es una serie para subestimar. Exige atención constante y compromiso del espectador porque todo lo que pasa está conectado. Nada queda librado al azar, un gesto o comentario de la primera temporada se revela en la segunda y así sucesivamente. Es una historia bien estructurada y pensada hasta el mínimo detalle. No quedan huecos en la narración o tramas sin resolver. Eso sí, no es conveniente encariñarse con nadie (créanme, si van a elegir a alguien opten por cierto personaje obsesionado con la limpieza que en comparación con el resto sale bastante bien parado). Otro punto a destacar es el final, rompe las estructuras en las que se han cimentado y predicado muchos animes y mangas a lo largo de los años: el sacrificio individual por el bienestar del grupo. Aquí no se ve nada de eso, el ser humano es tonto y no aprende de sus errores, por mucho que le muestres la verdad delante de sus narices. Porque no se trata de la decisión de uno solo, tiene que ser algo colectivo y coordinado. Una empresa casi imposible, teniéndose en cuenta nuestra naturaleza y como se perfilan los gobiernos, siempre obsesionados con el poder y la extracción de recursos, cosa que la serie se encarga de mostrar de forma directa. Eso me pareció brillante, porque mostró un final realista. A pesar de eso, los personajes que vamos conociendo, los que quedan vivos, al menos; tienen cada cual su arco de cierre. Siendo libres de elegir su camino y tomando decisiones a consciencia.

Creo que es una serie que vale la pena ver aunque sea una vez, tiene mucho para ofrecer y, dentro de los animes mainstream del siglo XXI, es de las pocas que ofrece una reflexión filosófica sobre la humanidad, su comportamiento y hacia donde se dirige. En estos tiempos que corren, con conflictos armados en diferentes partes del mundo, vale la pena rebuscar en la ficción para encontrar algunas respuestas o pensar las cosas desde otras perspectivas. O para escapar de la realidad y observar como un montón de personas son devoradas por titanes, que también es una opción válida. Aquí no juzgamos a nadie (por ahora).

Este mundo es el resultado de todas nuestras decisiones. Hemos de luchar para evitar más luchas. Aunque nos alejemos de la paz de nuevo. No es la vida que él quería para nosotros, pero lo quisiera o no, ahora está en nuestras manos.

Imágenes tomadas de la cuarta temporada.