Enraizados, absorbidos, asustados

-Aparece en la estantería de los autores que se apellidan con la letra L como Lovecraft.

-Que no, que siempre está en la estantería de la P, donde están todos los libros de Poe.

-Se equivocan las dos, es en la estantería de la K donde está King.

-Sus ojos son de un refulgente color rojo.

-No, son dos llamas verdes espectrales.

-A mí me parece que sus ojos son violetas.

Se aproximan unos pasos que crujen en el piso de madera. Las tres niñas contienen la respiración. Una alta silueta llega hasta ellas…

-Disculpen, ¿podrían salir de debajo de la mesa? Ya es la hora de cerrar.

Las tres salen corriendo despavoridas…en la biblioteca sólo queda el anciano bibliotecario al que le crujen las rodillas.

Todo comenzó en el bajo mesada…allí aguardó hasta el momento oportuno, ahora la casa era suya, toda suya. Sus raíces se extendían por cada habitación, se enroscaban en las puertas y ventanas. Mientras tanto la papa crecía y crecía.

Porque les pareció muy ingenioso y original decidieron casarse en el espacio ¿Cuántas páginas de internet comentarían su hazaña? Ahora sí serían llamados INFLUENCERS con mayúsculas, y ya nadie les impediría formar parte de los grupos más exclusivos ¿Qué mas daba que en realidad todo fuera una farsa y simularan un casamiento y sentimientos que no compartían? ¡Lo importante era la primicia! Y casi estuvieron a punto de dar el sí flotando en medio de planetas y estrellas…si no fuera por el casi la primicia hubiera sido muy distinta a la que finalmente fue: «Novia es absorbida por un agujero negro»

El carnaval de las tinieblas

  • Director: Jack Clayton
  • Año: 1983
  • País: Estados Unidos
  • Género: Fantástico, terror, intriga

En primer lugar era octubre, un mes raro para los niños, lleno de vientos fríos, noches largas, promesas oscuras.

Basada en la novela de Ray Bradbury (que aún no leí pero, lejos de sentirme mal por ello, me anima saber que aún me esperan muchas historias interesantes por leer) y producida por nada más y nada menos que…¡Disney! La verdad que por el título que tiene la película en español y porque la casa del ratón está involucrada en algo tan en las antípodas de lo que realiza y financia me animaron a verla. ¿Ha valido la pena? Sí, claro. Y ahora ampliemos esto (redoble de tambores)

En un pueblecito con tintes rurales luminoso y alegre (en la superficie) llega una Feria en medio de la noche en tren y se instala para poner patas arriba el lugar. Al inicio mantiene su apariencia inocente pero los empleados de la misma parecen conocer muy bien los secretos y deseos de los habitantes de la localidad, sus arrepentimientos y amarguras. Como moscas a la miel caen en las ilusiones y promesas que la feria les ofrece: pero todo tiene un precio. Esclavos de sus anhelos terminarán formando parte de la misma para siempre.

Los protagonistas de la historia son Will, su mejor amigo Jim y el padre del primero el señor Halloway bibliotecario del pueblo, que dicho sea de paso le gusta hacer cosplay de Humprey Bogart en Casablanca (había que decirlo) y es su encuentro con la feria y Mr. Dark un personaje maquiavélico y siniestro, dueño de la misma lo que pone en marcha la trama.

-Todo ese tiempo dedicado a vivir sólo a través de la vida de otros hombres. Soñando los sueños de otros hombres. Que desperdicio.

-A veces un hombre puede aprender más de los sueños de otros hombres que de los suyos propios.

Mr Dark puede ver a través de tu alma MUAJAJA

El film maneja muy bien la tensión y el suspense, voy a destacar la escena de las arañas y la biblioteca (10/10) la ambientación está muy bien lograda en especial lo que al juego de luz y sombra se refiere así como el viento. Por otro lado hay que admitir que los efectos especiales son chafa o cutres, como dirían mis compañeros blogueros de España, pero no son impedimento para disfrutar de este rara avis de los ochenta que a pesar de su tinte sobrenatural en el fondo es una reflexión sobre la psique del ser humano y el paso del tiempo sin perder el dinamismo y entretenimiento. Y bueno ¿mencioné que Disney estuvo involucrada en una película de terror que apunta a un público más adulto que infantil? Ya sólo por eso merece ser vista (ésta si era la época dorada del ratón ) bueno y no menos importante: adaptación de una novela de Ray Bradbury (terminé la entrada nombrando a los mismos que al inicio, vaya coincidencia)

-Sé quién eres. Ustedes son la gente de otoño ¿De dónde son? Del polvo ¿A dónde van? La tumba.

-Sí. Nosotros somos los hambrientos. Tus tormentos nos llaman como perros en la noche.

¿Con cuántos puntos calificarías tu vida?

Sé que todo el pueblo la tiene como una vieja amargada y cascarrabias pero siempre le estaré muy agradecida por todo lo que me enseñó, por abrir su casa, porque la biblioteca es su casa, y permitirme realizar las prácticas aquí. Cada estante cuenta una historia, su historia. Ella puso su corazón en esto. Podría decirte que esta biblioteca es su alma. No hay un sistema de calificación que alcance para expresar lo agradecida que estoy con ella. ¿5 estrellas? ¿100 puntos? ¿un diez? Es poco. Hay cosas en la vida que no se pueden puntuar, por eso, más allá de ésta calificación que tienes ahora, piensa y quédate con el sentimiento de haberte desafiado a ti mismo y superado. No por unos números, sino por ti.

Ambos dirigieron la mirada hacia el tablón de corcho en donde dos exámenes se encontraban pegados uno al lado del otro, uno estaba calificado con un 4 y el otro con un 10, pero el sentimiento de satisfacción, de todas esas horas aprendiendo, investigando, guiando el estudio, dando ánimo no se podía calificar.

El libro rojo

El asunto fue así: Seshat prestó un libro con toda la buena intención y la persona en cuestión con quién había compartido muchas lecturas y recomendaciones  (se negó a decir quién era para de alguna manera preservarla en el anonimato) le informó, sin asomo de vergüenza, que se lo había prestado a su prima que fue de visita porque «Quiero que lea». «Y eso está muy bien-pensó ella- pero podrías haber prestado uno de tus libros no el mío. Y mucho menos a alguien que no conozco y que vive en la otra ciudad».

Así es como había perdido para siempre una de sus novelas favoritas. Ese día fue a la biblioteca a ahogar sus penas (gente rara estos lectores) y al contarle a la bibliotecaria su pérdida, la señora sacó del cajón del escritorio una tarjeta y se la extendió diciendo: -Son infalibles.

En la tarjeta se leía: O.B.A /contactarse al: 0222-5151. 

Guardó la tarjeta en su bolsillo y volvió a su casa pensando qué mosca le habría picado a la bibliotecaria pero el asunto la intrigaba mucho asique decidió llamar.

Hola, se ha comunicado con O.B.A: Organización de Bibliotecarias y Bibliotecarios Anónimos. Si ha perdido un libro en un lugar público presione 1, si ha prestado un libro y no se lo han devuelto presione 2. Si le devolvieron el libro roto o subrayado presione 3.

Presionó el número correspondiente.

A las dos semanas Seshat recibió un paquete en donde estaba su muy querido libro y una carta de la persona a quién se lo había prestado.

En la carta, le contaba una historia de lo más extraña: que había recibido por correo un libro rojo y en sus páginas, en letras mayúsculas, se repetía una única palabra: DEUDOR. El remitente era una extraña sigla: O.B.A. Creyendo que se trataba de alguna broma dejó el libro en su habitación y no prestó más atención al asunto. Pero en los días siguientes comenzaron a desaparecer sus libros favoritos así como otros objetos que le eran imprescindibles en el momento y al buscarlos no podía dar con ellos. Además, el extraño libro aparecía en los lugares más insospechados: en el pasillo, la cocina, arriba de su cama, ¡incluso en el baño! Siempre abierto en donde destacaba esa única palabra: DEUDOR. Ya no sabía que hacer, cuando de pronto, casi de manera misteriosa, recordó el libro que había pedido prestado y que a su vez había prestado a su prima. Entonces supo lo que tenía que hacer. Cual fue su sorpresa, al llegar a casa de su prima y encontrarse con una situación idéntica a la suya. En ese momento decidieron enviar su libro por correo.

Seshat sonrió al leer todo esto y apretó el libro con más fuerza, la carta culminaba con un pedido de disculpas, además de señalar que no bien su novela fue despachada el extraño libro rojo desapareció y sus pertenencias reaparecieron.

Decidió compartir esta historia conmigo y me dio permiso para compartirla. Para que otros lectores puedan recuperar sus libros o quiénes no los han devuelto tengan cuidado, nunca saben cuando puede llegar a su casa un paquete enviado por O.B.A


NOTA: El nombre fue tomado de la diosa de la mitología egipcia Seshat, llamada «señora de los libros y «señora de la escritura».