-Estoy cansado.
-Quizás deberías meterte en una de esas cápsulas e irte de vacaciones.
SINOPSIS: En el año 2065, la población mundial se adapta a la realidad del poscambio climático. No hay un suministro confiable de agua ni de energía y la gente se alimenta de Supermaná, un cereal modificado genéticamente. Ante el deprimente panorama, la gente se distrae con los viajes virtuales, realzados por el Viadélum, una droga alucinógena. Las hermanas Mars luchan por abrirse camino en esta sociedad de escasas oportunidades en que solo un porcentaje minoritario de la población se beneficia de las mejoras tecnológicas. Eloísa Mars quiere denunciar la hipocresía de la clase gobernante a través de sus investigaciones científicas. Su hermana menor, Samanta, se ha propuesto seguir la única ruta a su disposición: alcanzar un puesto de influente y vender el Viadélum. ¿Lograrán las hermanas sus propósitos? ¿Se estabilizará la temperatura de la Tierra o seguirá ardiendo? ¿Por qué la humanidad llegó a este extremo?

La acción transcurre en Londres y nos presenta a quienes serán a lo largo de la trama las protagonistas, las hermanas Eloísa y Samanta Mars. Si bien el peso de la historia recae mucho más en Eli también tendremos los punto de vista de Sam. Aunque ambas parezcan muy distintas entre sí en el fondo las mueve lo mismo: la ambición por llegar a ser alguien en un mundo desesperanzado y a la deriva. Personalmente ambas me resultaron insufribles, y no lo digo como algo malo, no todos los personajes literarios tienen que caer simpáticos. Es interesante observar la psique de ambas: una tiene un idealismo ciego y la otra una codicia desmedida por tener una vida de lujos y comodidades, se creen muy listas y despiertas pero terminan siendo las marionetas de dos empresarios sin escrúpulos (El diablo es un señor almidonado de saco y sombrero, como cantaba Facundo Cabral)
Los que despertaron mi simpatía son la abuela Audrey, la profesora Bishop y el amigo de la infancia de ambas Lucas Chiarello. Estos últimos además evolucionan y reconocen sus fallos abiertamente. Uno pasa a tomar la vida con más responsabilidad en vez de evadirse y la otra recupera algo de su antiguo idealismo y compasión. La abuela por su parte siempre es la que concilia y media entre las hermanas que son como perro y gato, realmente esa señora debería recibir un premio por su paciencia.
Estas generaciones tan jóvenes no saben lo que es la realidad.
La novela se sustenta en una trama muy dinámica, interesante y realista puesto que lo que narra tiene mucho de familiar y cercano: clasismo; grandes corporaciones avaras; comida sintética; sociedad adormecida, apática e indiferente; adicción a la tecnología y drogas escapistas. Todo ello en un mundo en llamas pues el cambio climático es una realidad con los desastres naturales, hambrunas y desplazamientos que conlleva.
Entiende: lo que vale no es el dinero, sino la genialidad humana.
Por otra parte los diálogos e interacciones son variados, se presentan varias reflexiones y cuestionamientos, ya que la introspección en los personajes tiene su importancia, pues la conciencia emerge aunque la intenten diluir y silenciar con la realidad virtual.
Se percibe la agudeza de la autora al retratar los ámbitos académicos y de trabajo, las envidias, traiciones e idiosincrasia de las empresas, el radicalismo de la sociedad: de la disipación a un resignado pesimismo. La incompetencia del gobierno y la violencia policial militarizada, las soluciones cortoplacistas, la juventud a la deriva. Sin embargo en medio de todo ese caos aún hay esperanza, la figura de la mariposa monarca se presenta como símbolo de esperanza, resistencia e inspiración.

De lectura ágil y que lleva a reflexionar sobre las acciones hacia el medio en que habitamos invita a buscar o imaginar soluciones menos devastadoras y egoístas que las que plantea la novela, las cuales pueden tomarse como una advertencia. Al fin y al cabo se trata de nuestro hogar lo que está en juego. Y nada se puede construir y mantener sin compromiso, paciencia y esfuerzo.
-No valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos.