Ficción/realidad

Contempla el vuelo nocturno del murciélago,

baila entre las sombras.

El poeta se come una flor,

la Dama despliega su abanico y

suspira  por unos ojos violeta.

Cose estrellas viejas a su vestido,

¿es un sueño, es real?

El duque se pasea arrogante,

a sus espaldas sus sirvientes ríen,

le faltan todos los dientes.

Habla con las estatuas,

les cuenta sus planes: volar a Saturno.

Un grano de arroz en el bolsillo,

un reloj para almorzar.

El tiempo sabe bien sazonado con sal.

¿Es un sueño, es real? Ficción, realidad.

Pd: ¡Feliz año nuevo!

 

Fugaces Nunc

Blog: -¿Cómo se denomina esto: deshonestidad, incumplimiento del deber, falsas promesas?

Yo: -La explicación sería la siguiente: me liberaron el 20, volví a casa el 21 y, luego de ordenar todo en su lugar sufrí un gran repelús por la computadora dejándola a buen recaudo en su estuche. Asique me la he pasado leyendo, sudando como una campeona porque es VERANO, y pensando en los invisibles que habitan a la orilla del arroyo, cuyo pasatiempo favorito es saltar las sombras de las estrellas por las noches.

Blog: -¿Y que hay del otro asunt..?

Yo:SHHHH, para eso falta. No es tiempo aún.

Blog: -Muy bien, ¿algo más?

Yo:Mmm, todavía es diciembre ¿o no? Técnicamente no he faltado a mi promesa.


 

Contempla el carrusel, le fascinan sus brillantes colores. Se pregunta si su interior podrá ser así de cálido alguna vez…

Encerrado en su habitación, delirante, pincha sus dedos y escribe sus recuerdos en la pared.

Ella toma consciencia de lo pequeños que son sus pies al ubicarlos en las huellas que dejó aquel caminante solitario, decide seguir sus pasos.

En cuclillas sobre la silla, la hace girar sobre si misma mientras cierra sus ojos e imagina que viaja a otro planeta.

Dibuja en los márgenes de la hoja la mariposa con la que soñó la pasada noche. Hasta que la misma se desprende del papel y emprende el vuelo.

Se ríe al ver estornudar a su gato, este le lanza una mirada severa y se echa a dormir en su regazo.

Vagabundea por las calles, contando los árboles mientras espera que la ansiedad disminuya. Ve una estrella fugaz, formula un deseo.

Escucha una y otra vez la misma canción, sentada en el suelo junto al viejo tocadiscos.

Ordena los libros, entre ellos encuentra una carta de hace muchos años que creía perdida.

El carrusel se detiene, las luces se apagan. Se oyen los suspiros en el silencio.

Un poema por mi cumpleaños y algunas frases recopiladas.

Sí aún hay vida en este planeta ventoso. No voy a deshacerme en excusas y disculpas no tiene mucho sentido, de hecho es en Diciembre cuando retornaré  a mi refugio blogueril  y volveré a visitarlos (si me lo permiten claro…por favor no envíen a los perros a perseguirme) Esto es una pequeña excepción porque es mi cumpleaños, y este año a pesar de sus cosillas no va a impedir que desvaríe un poquito. Luces, cámaras, ¡acción!

 

ANTÍTESIS 

Alma destrozada, tintineo de campanas.

Gritos en silencio, óxido y moho.

Figura de fuego que danza en el desierto.

Refulgente naranja que ciega,

pálido color que pasa desapercibido.

Las dos caras de un mismo ser: ermitaño

y aventurero. Audaz y reflexivo.

Fabrica instrumentos y canta a la

ciudad en el exilio.

Los habitantes de cristal sonríen,

sus cuerpos fríos se mecen ante la melodía

capturada de la musa, cuando distraída

olvida custodiar el secreto detrás de la puerta.

Ladrón de trozos de divinidad, portador de

secretos fragmentados.

«-¿Estoy muerto?

– No.

-¡Demonios!

-¿Quién es usted realmente? El Barón Munchausen no es real. Está sólo en historias.

-¡Vete! Estoy tratando de morir.

-¿Por qué?

-Porque estoy cansado del mundo. Y el mundo, evidentemente, está cansado de mí.

-¿Pero por qué? ¿Por qué?

-Porque es todo lógica y razón ahora. Ciencia. Progreso. Leyes de hidráulica. Leyes de dinámica social. Leyes de esto, aquello y lo otro. No hay lugar para cíclopes de tres piernas…en los mares del sur. No hay lugar para árboles de pepino u océanos de vino. No hay lugar para mí.» (THE ADVENTURES OF BARON MUNCHAUSEN/ TERRY GILLIAM)

«Perdurarás como hiena, etc…», aúlla el demonio que me coronó de tan amables amapolas. (Una temporada en el infierno/Arthur Rimbaud)

«No me creo embarcado para una boda con Jesucristo como suegro» (Mala sangre/Arthur Rimbaud)

«Siempre imaginé que escribiría un libro, aunque fuera pequeño, que transportara a un reino imposible de medir, incluso de recordar.

Imaginaba muchas cosas. Que brillaba. Que era buena. Que vivía sin sombrero en la cima de una montaña haciendo girar una rueda que a su vez hacía girar la Tierra, y que, invisible entre las nubes, yo tenía alguna influencia, era de alguna utilidad» (Una llamada/ Patti Smith/ Tejiendo sueños)

BUFÓN

Aprendí a engañar a la gente, a llamar a la puerta oculta en mi mente para que todos los personajes que fui me prestaran sus frases, sentimientos y discursos. Soy un artista de la mentira y la ficción, cual bufón me río del mundo.

Suspiro

Pues sí, continúan mis versos libres o poemas (ya que cuento con la bendición de algunos lectores para llamarlos así: ¡el pueblo ha hablado!)

El mundo está torcido en los bordes,

el suspiro del gigante acabó con su color.

La última pieza del rompecabezas

la custodia la locura.

¡Canta, oh dulce noche!

¡Dime los secretos del inframundo!

¡Revela las penas de los inmortales

y de los mortales!

¿Hades aún suspira por Perséfone?

¿El alma del Minotauro aún custodia

el laberinto?

¿El escritor sonámbulo

aún escribe bajo tu manto?

ABREVIADO: Éramos unos niños/Canciones de amor a quemarropa

¡Oh tú, con bucles húmedos de rocío, que miras
A través de las claras ventanas de la mañana, vuelve
Tus ojos angélicos hacia nuestra isla occidental,
Que está llena de coros saludando tu arribo, oh Primavera! (A la Primavera-William Blake)

¡Feliz primavera y feliz otoño para los del otro lado del charco!, asique para celebrar una de mis estaciones favoritas (a pesar de la alergia) esta entrada de abreviados va para dos lecturas que transmiten ese optimismo y alegría primaveral, donde la amistad ocupa un lugar fundamental. Subo el telón y doy paso a la función:

ÉRAMOS UNOS NIÑOS (Patti Smith)

«Teníamos nuestro trabajo y nos teníamos el uno al otro. Carecíamos de dinero para ir a conciertos o al cine o para comprar discos nuevos, pero poníamos lo que teníamos hasta la saciedad»

La poetisa del punk escribe sus memorias en los caóticos años 60/70. Su amistad entrañable con Robert Mapplethorpe, sus sueños de convertirse en poeta, sus recuerdos de infancia, sus dificultades, los músicos que conoció, sus primeros pasos en el escenario. Eramos unos niños

Patti no cae en la auto-compasión ni la nostalgia. Sino que con alegría, inocencia, toques de humor y una sutil melancolía va desmadejando sus recuerdos de manera sensible y evocadora.

Ve belleza donde otros no la verían, no juzga;  y percibe la verdadera naturaleza de las cosas y las personas. Invitando al lector a ser parte de ese momento, establece una complicidad. Como si lo que contara fuera para un querido y viejo amigo.

Una lectura amena que deja con una sensación de optimismo y esperanza, perfecta para quienes disfrutan de las biografías y el arte en general. Y si la fotografía y la poesía son una de ellas pues están de suerte.

«Cuando cumplí 21 años, Robert me hizo una pandereta (…) se arrodilló y me entregó un librito sobre tarot que había reencuadernado en seda negra. Dentro, me dedicaba unos versos que nos representaban como a la gitana y el loco, donde uno creaba silencio y el otro escuchaba el silencio con atención. En la ruidosa vorágine de nuestras vidas, aquellos papeles se invertirían muchas veces»

 

CANCIONES DE AMOR A QUEMARROPA (Nickolas Butler)

«Deja la puerta de casa abierta en la gran ciudad, y te despertarás sin muebles ni ropa. Deja la puerta abierta aquí, y aparecerá un coyote esperando a que le des algo de comer. Esta es mi casa. Este es el lugar en el que primero creyeron en mí. En el que todavía creen en mí. Este es el lugar que dio a luz las canciones de ese primer disco»

Creo que es el libro perfecto para tratar de explicar la vida en los pueblos rurales, esos lugares donde no pasa NADA pero a su vez está pasando TODO. Caciones de amor a quemarropa

Nickolas Bulter sabe bien de lo que habla, y comparte sus vivencias y sensaciones de vivir en un medio rural de la mano de cinco personajes: Henry, Lee, Kip, Ronny Beth. Que comparten una amistad de años y una infancia común en Little Wing. La vida los llevará por distintos caminos, hasta que un suceso los vuelve a reunir y salen a la luz algunos asuntos del pasado.

Una novela con personajes cercanos y realistas, de música, amistad, naturaleza y de esos pequeños momentos que son los más importantes.

El libro de la almohada (Sei Shōnagon)

 La Emperatriz me dijo:

– ¿Por qué tan callada? Di algo, estoy triste cuando no hablas.

Repliqué:

– Contemplando la luna de otoño.

La Emperatriz dijo:

– Ah sí, dices lo que debes decir.

   

  Sei Shōnagon fue una Dama de Honor de la Emperatriz Sadako, en el siglo X, durante el Período Heian. Su diario (que se denominaban de almohada porque se guardaban en los cajones de las almohadas de madera) está plagado de variados detalles sobre el día a día en la corte.El libro de la almohada

 Desde listas de cosas: agradables, desagradables, vergonzosas, que provocan asombro, etc. Hasta episodios ocurridos en el palacio, poemas, costumbres, modales, protocolos, festividades.

   Con una prosa elegante, sencilla y poética, la autora nos introduce en un mundo de introspección, observación y recogimiento espiritual (cuando leo literatura japonesa termino relajándome) En donde el lector nota su gran capacidad de observación y atención a los pequeños detalles: abanicos, ropa, paisajes, papel.

   También se refleja su carácter, una mujer muy lista y culta que no le gustaba que le hicieran perder el tiempo, altiva y desdeñosa con las clases sociales de rango inferior (aunque no cruel). Y a su vez, alguien que conserva la inocencia y se maravilla con las pequeñas cosas:

«En los cercos de bambú y en los bordes entrecruzados vi jirones de telaraña y donde se habían roto los hilos vi pendientes gotas de lluvia que parecían cuentas de perlas blancas (…)Al aumentar la luz del día, el rocío fue desapareciendo del trébol y de las otras plantas donde antes abundaba; las ramas se agitaron y luego se elevaron a un tiempo como si se hubieran puesto de acuerdo. Luego conté a la gente lo bello que había sido todo eso. Lo que más me impresionó fue que nadie se impresionara.» (50. Recuerdo una mañana clara)

Sei Shonagon
Sei Shōnagon

  Ha sido un maravilloso viaje entre kimonos susurrantes, jardines y estanques, reflexiones, poesía, y tranquilidad por uno de los períodos más florecientes de la cultura japonesa. Si gustan del país del sol naciente, los invito a leer este libro. Como aliciente les cuento que los mininos eran muy respetados y venerados, tanto así que algunos alcanzaban el grado de nobles (Mandy lo sabe, y por eso se comporta como una emperatriz…ahora todo me queda claro)