Hasta ese momento, siempre había creído que aquella era la manera correcta de actuar: básicamente se trataba de cumplir con mi deber. Pero si se piensa un poco, se descubre que la mayoría de la gente, de una forma u otra, quiere que te tuerzas, que no cumplas con tu obligación. Es como si pensasen que si no lo haces no tendrás éxito en la vida. Y cuando de repente se topan con alguien bueno e inocente, deciden tratarlo como a un niño mimado, y se dedican a despreciarlo y meterse con él.
Botchan, el joven e inexperto profesor que termina en una ciudad de provincia. Ingenuo, atolondrado, impulsivo. Oscila entre la delgada línea que separa la adolescencia de la adultez pero sin encontrarse a gusto ni comprendido en ninguno de los dos espectros.
Sōseki escribe de manera rápida, feroz y sin tapujos la historia de este personaje que podría llamar un anti héroe, un perdedor pero en el cual me vi un poco reflejada en cuanto a sus actitudes o modos de pensar. Como «¡Ah, yo pensé o sentí algo similar en esa situación!» y me río de mí yo joven y de él, porque es una novela con sus toques de humor, está concebida para reír de lo absurda que es la vida a veces, sino todo el tiempo.

Destaco principalmente la honestidad del autor al plasmar la vida en comunidades pequeñas donde todos están pendientes de lo que hacen los demás y los chismes vuelan a la velocidad de la luz sino más. Donde las apariencias son muy importantes y «Dar el ejemplo» se convierte en un pilar fundamental. Dejando poco margen a los educadores para tener una vida privada.
Botchan se mueve en un mundo de claroscuros: la envidia, la hipocresía, el favoritismo, es el pan de cada día en el instituto para desconcierto e indignación del joven profesor. Si algo defiende a capa y espada son sus principios y la fidelidad así mismo…y lo consigue, pagando un precio. Pero en el fondo esta derrota es una pequeña victoria aunque lo lleve a una situación poco venturosa. Aunque con su marcado optimismo o quizá falta de sentido común no se ve muy perjudicado ni le importa. Así es Botchan, alguien que pasa por muchas situaciones y observa el mundo desde un lugar muy particular pero marcadamente honesto. Un defensor de sus ideales.
Cuando se es joven, es fácil sentirse molesto y protestar por muchas cosas, pero luego uno se da cuenta de que si uno logra controlarse causa menos problemas. Cuando se pierden los nervios, uno se hace daño así mismo, y al final se acaba lamentando. Así son las cosas.
Benditos los perdedores que saben observar y no pierden las ganas de luchar.
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¡Salud! 🙂
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Aguda descripción de la vida en las comunidades pequeñas, parece que es un fenómeno universal. Botchan resulta un personaje muy atractivo tal como lo presentas. Anoto esta obra, ya voy con retraso con Soseki XD Saludos 🙂
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Hola Juan, «Botchan» es perfecta para iniciarse con el autor pues es ligera y desenfadada sin olvidar su punto crítico y agudo. Oye hablando de Japón tengo para recomendarte un autor de relatos de misterio clásicos: Seishi Yokomizo.
Saludos 🙂
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Qué interesante. ¿Algún título en particular?
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Sí, dos: «Asesinato en el Honjin y otros relatos» (ése lo acabo de terminar de leer y tiene un asesinato en una habitación cerrada y el de una víctima sin cara…no es spoiler porque lo dicen desde el principio) y «Gokumon-To: La isla de las puertas del infierno» que es con el que estoy ahora. El detective tiene un aire a Columbo por lo desarreglado XD y le dan una vuelta de tuerca a las cosas, ya sabes que los japoneses le dan su toque siniestro muajaja.
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Veo que repites con Yokomizo, no hay mejor tarjeta de presentación. Leeré uno de estos dos. Gracias, Coremi 🙂
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Hacía mucho que no leía novelas de misterio y me ha gustado tanto su novela que decidí seguir. Genial, ya me contarás que te parecen que tienes más lecturas del estilo a las espaldas 🙂
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¡Hola! Me llama la atención que describas este libro como «…rápido, feroz y sin tapujos…» cuando la poca literatura japonesa que he leído es todo lo contrarío.
Por lo que comentas de la premisa parece que es la típica historia de «pueblo chico, infierno grande» que se ve bastante en occidente. Parece una buena recomendación para los que quieran iniciar en literatura asiática ¡Saludos!
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Hola Noctua, es que «Botchan» está en la vereda opuesta a lo que normalmente se estila en la novela japonesa. De hecho este libro es muy querido por los jóvenes japoneses y razón no les falta.
Creo que te la pasarías bien con su lectura porque es amena, graciosa y me gusta que lance sus verdades sin preocuparle. Además, este torpe profesor tiene principios en los que nos podemos reconocer o al menos a nuestros yo de juventud. Saludos de vuelta 🙂
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