Las estatuas de bronce se acercan, se mueven rígidamente hacia la mesa de piedra del centro, en el boque.
Los pájaros suspendidos del techo con texturas floreadas. La mujer toca la guitarra y canta sobre ríos y olvidos.
En un día de sol cae granizo, los soñadores olvidan a quienes estuvieron dándoles ánimos durante tanto tiempo.
El oficinista pedalea entre la niebla al encuentro de su hija en la ciudad.
Atemorizados, los estudiantes recorren el largo pasillo de madera con múltiples puertas que, al abrirlas, llevan a otra dimensión.
Enigmático e inquietante. ¿Continuará? Saludos 🙂
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Todo puede ser 😉 Saludos Juan
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Durante los tres primeros párrafos me estaba imaginando un bosque encantado. Cuando mencionaste al oficinista me sorprendió, creo que voy a tener que cambiar mi idea inicial o en todo caso añadirle oficinas y escuelas al bosque encantado XD
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Jajaja, como son por separado digamos que cambió de escenario o que el oficinista vive en el bosque y se va en bicicleta a la ciudad…todo es posible. Saludos Noctua 🙂
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Están todos ocupando las mismas coordenadas, aunque en diferentes universos alternativos (aunque no queda claro si en dichas coordenadas está cayendo el granizo o es donde se encuentra alguno de esos soñadores).
Sí, eso es lo que hemos decidido imaginar nosotros a partir de tus palabras, así que imagínate si puedes seguir escribiendo secuelas (ya que valdría bien seguir enumerando escenas en más universos, bien continuaciones de lo que ocurre en los ya descritos o incluso la combinación de todo ello).
Mucha tela que cortar hay ahí…
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Hola, muchas gracias por sus palabras y ánimo para seguir expandiendo los universos alternativos. Todo vale cuando se lee e interpreta escritos, asique son bienvenidas sus teorías. Miraré con más detenimiento si hay más que contar en dichos lugares o salto hacia otro lado por el momento. Saludos de vuelta 🙂
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